El diseño de interiores se define como la disciplina proyectual que interviene en el proceso de dar forma a la experiencia del espacio interior, manipulando tanto el tratamiento de la superficie como el volumen del espacio a decorar.
Las ideas importantes que hay que recordar son:
Disposición
Establecer un espacio y una jerarquía adecuados es posible gracias a una buena distribución. Este concepto es especialmente frecuente en los espacios "abiertos", es decir, aquellos en los que el interiorista dispone de mayor flexibilidad creativa. Le Corbusier y Mies van der Rohe fueron los principales defensores de este método.
Ergonomía y confort
Desde la accesibilidad hasta el uso de tecnologías que mejoran la calidad de nuestra vida cotidiana, esto es cada vez más básico. Por ello, la ergonomía es un campo en el que se apoya el diseño de cualquier espacio.